Redacción
El hallazgo de la piscina fue
realizado en el Parque Nacional de las Cavernas de Carlsbad, Nuevo México, y
fue econtrada por el geocinetífico Max Wisshak; la piscina se encuentra a 200
metros de profundidad y está rodeada de estalactitas nunca tocadas por el
hombre.
De acuerdo con el geocientífico
Max Wisshak, quien en octubre de 2019 dirigió la expedición que encontró el
lago, señaló que la piscina está rodeada de unas pequeñas estalactitas que
posiblemente corresponden con lo que los científicos denominan “dedos de
piscina” o bien “colonias bacterianas
que han evolucionado sin ninguna presencia humana en absoluto”.
El especialista indicó que el
equipo de investigadores “tomó precauciones especiales para asegurarse de que
no se introdujeran contaminantes en estos cuerpos de agua”. Asimismo Wisshak
resaltó la importancia de estas piscinas ya que su contenido es libre de
contaminantes y los organismos microbianos que pueden habitarlas son solo las
que están dentro de ella.
Con información de Mientras Tanto
en México