Redacción
Este lunes el INEGI, Instituto
Nacional de Estadística y Geografía, reveló que en Agosto se recuperaron en
México casi 8 millones de los 12 que se perdieron durante el cierre de la
economía a causa del Coronavirus; para ser exactos, recuperamos 7.8 millones de
empleos, equivalentes al 65% de todos los empleos perdidos desde Abril.
Es importante señalar que la
mayor cantidad de empleos perdidos se dio en la economía informal, ya que en la
formal solo se perdieron menos de 1 millón; y es en este mismo sector de la
economía, en el informal, donde se han recuperado la mayor cantidad de los
empleos.
La Organización Internacional
del Trabajo (OIT), calcula que la pérdida de empleos a causa de la pandemia en
el mundo, ha sido de alrededor de 495 millones de empleos. Recordemos que
solamente en los Estados Unidos se perdieron más de 50 millones a un ritmo
semanal de 1.4 millones.
Hace unos días la calificadora
internacional de crédito Moody’s, predijo que los 12 millones de empleos
(formales e informales) que se habían perdido durante la pandemia en México,
podrían tirar la recaudación de impuestos entre un 1 y un 12%, estimando que el
promedio de disminución en el pago de las contribuciones sería de 10% debido a
esta razón.
Otro dato interesante es que
durante el período comprendido entre Abril y Agosto, los niveles de recaudación
de impuestos no disminuyeron, básicamente porque cualquier cantidad que hubiera
dejado de cobrarse a causa del cierre de empresas y pérdidas de empleo, fue
compensado por las acciones del gobierno federal en la cobranza de impuestos
atrasados a grandes contribuyentes, y en las que se relacionan con la
facturación falsa que están persiguiendo
el SAT y la Procuraduría Fiscal.
Adicionalmente la economía
está ya registrando señales muy claras de recuperación en varias industrias,
cuya actividad económica ha comenzado a repuntar después de la pandemia, como
los sectores agropecuario y de la construcción, que ya se encuentran en sus
niveles de Agosto del 2019.
Hay que recordar que la
estrategia implementada por el gobierno federal en materia económica antes y
después de la epidemia, que implica la distribución de apoyos económicos a 23
millones de familias que conforman el 70% de la población, así como los
créditos dirigidos a micro, pequeñas y medianas empresas, lograron que el
consumo no se cayera; de hecho aumentó en una cantidad equivalente al 10%
comparado con respecto al mismo período del año anterior.
Esto no solamente benefició a
las familias que han recibido el dinero, sino también a los negocios donde
estas familias realizan sus compras, y a las empresas que fabrican los
productos que se venden en esos negocios.
Si a esto le sumamos que este
año ha habido un incremento también del 10% en las remesas que los mexicanos
envían a sus familias de este lado de la frontera, la cantidad de dinero que se
ha puesto en circulación entre el gobierno federal y los mexicanos en Estados
Unidos, está ayudando no sólo a mantener la economía, sino a que su
recuperación se comience a ver desde el tercer trimestre del año, antes de lo
que se esperaba.
Así es que probablemente, la
calificadora Moodys y algunas otras vayan a tener que corregir sus pronósticos
de desastre económico para nuestro país, porque como dice el Presidente, parece
que se van a quedar con las ganas.
Es muy claro que estas
organizaciones del mundo neoliberal, no pueden ni siquiera concebir como un
gobierno puede salir adelante sin contraer deuda adicional, por medio de un
plan de austeridad gubernamental y del combate a la corrupción, que le ha permitido
liberar grandes cantidades de fondos para inyectárselo básicamente al consumo.
Esa fórmula basada en la honestidad no es algo que sus radares puedan procesar.
Como decía Séneca, el filósofo
de la antigua Roma: “Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la
honestidad”.
Con información de Sin LíneaMx