Redacción
Simplemente porque el esperma
de los donantes originales, es decir, el padre, no era “apto” el ginecólogo
Philip Peven decidió usar el propio para “ayudar” a las mujeres a quedar
embarazadas.
Philip Peven, conocido por
haber dado a luz a alrededor de 9 mil bebés durante su carrera de 40 años en
Detroit, Estados Unidos, inseminó a cientos de mujeres con su esperma, según
confirmaron pruebas de ADN.
Muchos de esos tratamientos
fueron realizados sin autorización, pues recientemente las personas que se
sometieron a las pruebas descubrieron que sus padres biológicos no eran quienes
creían, pues los adoptivos no tenían idea de que el ginecólogo hubiera usado su
propio esperma.
Ahora, Philip Peven, de 104
años de edad, ha reconocido ante Jaime Hall, una de sus hijas que recientemente
descubrió su origen, que desechó infinidad de muestras de donantes que a su
parecer no estaban probadas, e inseminó a a sus pacientes con esperma fresco,
ya fueran suyo o de alguno de los otros doctores de la clínica.
"Sí, sabemos que
estábamos engañando a las mujeres, o al menos no les decíamos toda la
verdad", reveló Peven a Jaime Hall.
Así lo informó la mujer a The
Sun, donde contó que gracias al ADN, notó que era genéticamente compatible con
al menos otras cinco personas y que su padre biológico no era un amigo de la
familia que presuntamente había donado una muestra de esperma, tal como creía.
Con información de SDP
Noticias
"110 Years, 9000 Babies, and a Lifetime of Memories"
— Office of Graduate & Postdoctoral Studies (@umichOGPS) November 30, 2017
The life of Philip Peven, MD 1941. #GOBLUE @umichmedicine.https://t.co/M7y2kZ4yhl pic.twitter.com/cXzELnjUGp
No
ven malicia en las acciones de Philip Peven
La mujer continuó rastreando
sus orígenes hasta dar con el ginecólogo: "Todos nacimos en el mismo
hospital, todos nuestros certificados de nacimiento muestran al doctor Peven
como nuestro obstetra, no como nuestro padre", señala. Y del mismo modo,
su media hermana se sometió a una prueba descubriendo que su padre biológico es
un doctor que laboró en la misma clínica de fertilidad.
"Algunas de las personas
que me han llamado sienten que han sido engañadas, tienen problemas
existenciales al respecto, pero yo no lo veo de esa manera. Estoy feliz de
estar aquí y no tengo nada más que agradecimiento de estar viva", dijo Jaime
Hall.
Pero increíblemente Jaime Hall
no ve nada negativo en lo que hizo Philip Peven, pues opina que todas las
mujeres acudieron al ginecólogo desesperadas por tener un hijo. Es por ello que
reunió a muchas otras personas que lo visitaron para agradecerle el haberles
dado la vida a ellos, y alegría a sus padres.