En Jalisco se gesta una nueva tormenta política que integra elementos del sector empresarial, corrupción judicial, tráfico de influencias, nepotismo y compadrazgos políticos. Esta nueva historia llega directamente hasta Casa Jalisco, involucrándolo al jefe del ejecutivo estatal en un escándalo más.
Hoy, en su punto más bajo de popularidad, de acuerdo con distintas encuestas que lo sitúan entre el 28% y el 32% de aprobación, se advierte un nuevo conflicto político para el jefe del ejecutivo estatal.
Aún con las dudas flotando en el ambiente sobre el programa “A toda maquina”, el descontento generalizado por el aumento de más de 30% a la tarifa del transporte público, la escalada de violencia en la zona metropolitana de Guadalajara y el conflicto que se avecina por la presa el Zapotillo, un nuevo socio incómodo comienza a generar ruido y malestar, protegido por su relación con Enrique Alfaro. Se trata del ex panista y hoy supuesto militante de MORENA, Abraham González Uyeda.
En estos días ha salido a la luz pública el conflicto legal que sostienen los hermanos González Uyeda por el control de Lechera Guadalajara (Sello Rojo) y que tiene en una de las partes al propio Abraham. De acuerdo con distintos medios, los hermanos que conforman la contraparte de Abraham fueron desalojados y despojados “a la mala” de sus activos dentro de la empresa, acciones en las que tuvieron participación, de forma por demás extraña, algunos elementos de la fiscalía de Jalisco, además de contarse con claros apoyos por parte del ejecutivo y de complicidades en el poder judicial que, para Abraham hace todo de una manera sospechosamente expedita.
Ojo????????
— POLÍTICO México (@politicomx) May 22, 2018
Expanista se suma a la #campaña de AMLO.
Abraham González Uyeda, cercano a @FelipeCalderon, ahora forma parte de las filas de Morena. https://t.co/wctIve4XMx pic.twitter.com/OayoLQggHw
¿El alfil de Alfaro en Morena?
Abraham González Uyeda es un político que no busca la luz pública y prefiere operar detrás de los telones del poder. Creció a la sombra de Francisco Ramírez Acuña, hombre cercano a Felipe Calderón que, después de Gobernar Jalisco, fue titular de la Secretaría de Gobernación en un breve pero escandaloso periodo.
Ahí González Uyeda fungió como subsecretario, donde tejió una red personal de intereses y complicidades que hoy le permiten lo mismo apoyar proyectos como el trasvase de agua de Jalisco a León y la Presa del Zapotillo que manejar los hilos del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, a través de su hermano Rubén Masayi, quien no sólo se ha declarado a favor de la inundación de los poblados de Temacapulín, Acasijo y Palmarejo para dar agua a León, sino que ha reconocido el apoyo ofrecido por el ejecutivo estatal en la lucha por el control de la empresa familiar en un audio en propiedad de este medio.
Abraham González no conoce de lealtades políticas, destapó a Felipe Calderón como candidato a la presidencia de la República en el rancho familiar El Zapote, el 11 de abril de 2001, posteriormente apoyó a Margarita Zavala para después deslindarse de ese partido y buscar cercanía con el actual presidente de la república Andrés Manuel López Obrador mientras tramaba con el gobernador de Jalisco el golpe al delegado federal Carlos Lomelí.
Apoyando de distintas maneras la campaña de AMLO en Jalisco en el 2018, movió sus influencias, contactos políticos y el poder económico de la empresa a su antojo, calculando que podría aspirar a ser Delegado de Bienestar en Jalisco, una vez que AMLO ganara la elección. Sin embargo, al ser nombrado en ese cargo Carlos Lomelí, Abraham González Uyeda, se apresuró a fortalecer vínculos con Enrique Alfaro, para enfrentar la designación de Lomelí Bolaños y al propio Gobierno Federal.
En acuerdo con el gobernador, la estrategia de González Uyeda se redujo a generar una campaña de desprestigio contra Carlos Lomelí, orquestada desde los medios de comunicación, plataformas digitales y redes sociales. De esta forma, el gobierno estatal y Abraham González Uyeda apostaron por generar escándalo político con el fin de descarrilar la presencia del delegado.
Como resultado de esta estrategia, Lomelí Bolaños tuvo que separarse del cargo y hoy una investigación de la Secretaría de la Función pública pende sobre él.
Con la salida de Lomelí, el ex Candidato a Senador Antonio Pérez Garibay, ha comenzado una campaña mediática para apuntarse como candidato a ocupar la silla de Lomelí, pero esto es una cortina de humo que permite a Abraham González Uyeda operar tras bambalinas, fiel a su estilo, para lograr ocupar la delegación, lo que le brindaría impunidad total, el control de los programas y recursos federales y una larga lista de intereses que lo facultarían como un auténtico socio y aliado del gobernador.
Veremos si Alfaro, de la mano de su alfil, logra apoderarse del puesto clave del Lopezobradorismo en el estado. De concretarse, acabaría con un modelo de contrapesos que ha servido para señalar casos de corrupción como el de “A Toda Máquina”, controlando de facto a toda la oposición de Jalisco.
Con información de ZMG Noticias.