Redacción
Luego de la trágica muerte de una
estudiante, surgen historias sobre lo complicado que resulta estudiar en el
ITAM; entre las historias surge la de Rafa y su novia, quienes lloraron por la
presión previo a la semana de exámenes.
“La primera vez estábamos
jugando, ella de broma se puso a hacer caras tristes, pero de pronto empezó a
llorar. Es por la presión que se vive en esta escuela, donde, además, no hay
apoyos psicológicos reales para canalizarla”, dice el joven, que prefiere que
no se haga público ni su nombre real ni su carrera.
Los mismos compañeros de las
representaciones de estudiantes les han pedido no hablar con medios, después de
la avalancha de quejas que muchos publicaron en Twitter. Pero Rafa y otros
estudiantes aceptan hablar con Animal Político para hacer pública su
experiencia y presionar a las autoridades a replantearse este culto al estrés,
como ellos mismos lo denominan, este llevar a los alumnos al borde.
“Lo que te dicen desde el principio es que estás en la mejor escuela del país, en la más exigente, más que las prestigiosas escuelas de Estados Unidos, donde es difícil entrar, pero es fácil graduarse. Acá, en cambio, entrar no es tan difícil, lo duro es terminar y si no terminas o repruebas, es que no estabas a la altura de la institución. Es tu culpa”, explica Rafa.
Los jóvenes cuentan que los
periodos de exámenes les demandan estudiar cada día hasta el amanecer. “Una compañera,
una vez tomó tanto café para no dormir que la tuvieron que llevar al hospital
con taquicardia. Los médicos le dijeron que se quedara un día en el hospital
para reponerse y descansar, pero no quiso porque tenía examen”, cuenta Sara,
otra estudiante del ITAM que también pide reservar su nombre real.
Aunque reconoce que, si su amiga
hubiera hablado con el profesor, quizá le habrían reprogramado el examen. “Pero
la presión que tenemos encima por rendir es tal que ni lo pides, es el saldo de
esta cultura de que tenemos que rendir hasta no dar más”.
Animal Político solicitó una
entrevista a las autoridades del ITAM para hablar sobre lo que está sucediendo
en la institución y si se tomarán medidas para remediarlo, pero hasta el cierre
de esta edición no hubo respuesta, como tampoco hubo acceso a las instalaciones
de la escuela para el acto de homenaje a la estudiante que, se presume, se
suicidó por la presión académica excesiva, de acuerdo a lo señalado en redes
por sus compañeros.