“Hola, me rompe el corazón tener que escribir este post”, decía al inicio de su publicación, la cual fue borrada tras hacerse viral.

“Puse todo mi corazón en esto. Para la sesión de fotos tuve que traer de fuera a un fotógrafo y un maquillador, lo tuve que planear con semanas de antelación y por suerte tuve la suerte de contar con amigas que posaron para mí. Alquilé un estudio fotográfico enorme para ese día para que pudiera contar con el mayor número de fotos y videos promocionales…Y sin embargo, nada funcionó”, continuó la joven y reveló que apenas vendió 36 prendas.

La empresa con la que la influencer iba a comercializar su ropa funciona a partir de los primeros pedidos, por lo que al no conseguir las ventas requeridas su idea de negocio se vino abajo. 

“Para que yo pueda encargar y fabricar mis productos (incluso para poder seguir trabajando con ellos), tengo que vender al menos 36 piezas”, explicó la joven en la publicación.

“Nadie mantuvo su palabra así que la empresa no va a poder atender los pedidos de la gente que sí que hizo alguna compra y me rompe el corazón… no se preocupen, se les devolverá el dinero”, agregó.

Asimismo, Arii se molestó porque ella envió varios paquetes promocionales a algunos amigos con presencia en redes sociales y les pidió que le ayudaran con la difusión pero nadie lo hizo, a pesar de que ella siempre ayuda a quien se lo pide.

A pesar del mal rato, en otra publicación, la joven sentenció que esto no será el final de su marca y continuará trabajando.