Redacción

Las partidas secretas han existido desde hace años en el país, pero incrementaron de forma radical en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña. En la PGR hay un aumento de derroche en estas prácticas de hasta 3000 por ciento, sin que se pueda rastrear la ruta del dinero, debido a la naturaleza de estos gastos. Las partidas secretas continúan en la era obradorista, aunque con mucho menor gasto (niveles del 2011).

El misterio detrás de estas posibilidades de designar recursos sin explicar su uso hace imposible saber si fueron usados realmente o desviados. Todo empezó en la era Felipe Calderón, cuando se crearon partidas especiales para gastos en la guerra contra el narcotráfico (que ahora se sabe operó a favor del cártel sinaloense y se atacó solamente a sus rivales). La tendencia de destinar millones a estas partidas continuó con Peña.

Entre desvíos, contratos duplicados, empresas fantasma, derroche de recursos, camionetas de lujo, cobros por reuniones y gastos ocultos, parece imposible entender a fondo. Y es que se gastaron casi 53 mil millones en partidas secretas con Peña Nieto.

Estos gastos se hacían para seguridad pública y nacional, pero no hay un margen de movimientos que permitan saber cómo y en qué se usaron.

La búsqueda del dinero la encabeza el primer fiscal mexicano, Gertz Manero, un hombre enfocado en detener a los responsables del caso Ayotzinapa. La fiscalía mexicana ahora busca a los responsables de los desvíos en la era Peña Nieto, un círculo de priistas que van desde lo más bajo de gobiernos locales hasta la presidencia del mexiquense. Hoy Peña se encuentra escondido en Estados Unidos, armando una gran defensa legal.

Con información de Breaking.com.mx