Redacción
Andrés Manuel López Obrador,
Presidente de México, aseguró que el penal de Puente Grande se encontraba en
estado de abandono y que había contratos heredados de administraciones anteriores
que obligaban a pagar por servicios particulares en el mismo, como si éste
contara con su máxima capacidad de internos.
Informó que ahora que las
instalaciones del penal de Puente Grande, en Jalisco, fueron cerradas, se
buscará darle buena utilidad por parte del Gobierno de la entidad.
“Se hicieron contratos con
empresas que le cobran al Gobierno por el servicio de los penales, o sea, se
privatizó también lo de las cárceles, entonces estamos pagando por cárceles
federales que no ocupamos”, apuntó.
El Presidente argumentó con
ironía que el penal era considerado “Puerta Grande”, recordando que de éste fue
que se fugó el exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Con información de Sin Embargo