Redacción
La privatización del sector
eléctrico en México incluyo sobornos, desvíos millonarios, acuerdos bajo la
mesa y la participación de personajes políticos y es funcionarios de gobiernos estatales
y federales; sin embargo, hay dos nombres clave en la telaraña de corrupción
expuesta por el medio Revolución 3.0: Martín Esparza, ex líder del Sindicato
Mexicano de Electricistas (SME) y Osorio Chong, ex secretario de gobernación de
Enrique Peña Nieto.
“Calderón era secretario de
energía con Fox, se enteró de todo sobre el petróleo y la electricidad y
renuncia. Y después ya juega de candidato, llega de presidente de la República
y pone a la señora Kessel al frente de la Secretaría de Energía (Sener)”,
relata Jorge Sánchez García, líder interino del SME.
Acorde con su testimonio, la
exsecretaria Georgina Kessel fue la encargada de implementar las licitaciones
para ir allanando el camino a la inversión privada dentro de LyFC,
específicamente en favor de las empresas Fenosa e Iberdrola, las cuales ganaron
los concursos.
“Dijimos: “¿qué le pasa, si la
Constitución no le permite a ningún particular participar del sector eléctrico?”
Después ella se va, pero dejó las licitaciones, aunque sabía que no las podían
ejecutar porque estaba el SME; se mete alguien a trabajar y se van los
trabajadores y el sindicato sobre él”, expone Sánchez García.
En 2009, Calderón extinguió LyFC,
“entonces, ya tienen la licitación, ya tienen la zona, ya tienen las empresas
que van a invertir; lo único que les estorbaba era el artículo 27 de la Constitución.
Y luego llega el “junior”, Peña Nieto, que no sabe ni madres de esto, pero él
era el presidente de la República, ¿y qué hace? Modifica la Constitución y ya
entran “como Pedro por su casa”.
Cabe recordar que en 2013, Kessel
se integró al Consejo de Administración de Iberdrola; mientras que, en 2016,
Calderón fue incorporado como miembro del Consejo de Administración de
Avangrid, compañía que surgió de la fusión entre la filial de Iberdrola en
EE.UU. y UIL Holding. Esto, sin renunciar a la pensión de la que aún gozaba
como exmandatario, que era de 812 mil 547 pesos mensuales.
“Se repartieron el sector,
hicieron el convenio para recibir todos los bienes de Luz y Fuerza, ¿qué
necesitaban? Pues alguien que les firmara por el lado del sindicato, y entonces
habilitaron a Martín Esparza. Ellos lo mantuvieron contra viento y marea, y él
firma todo; ahora son los dueños de todo el sector”, denuncia el actual
dirigente.
En 2011, el 79 por ciento de los
miembros del SME eligieron a Jorge Sánchez García como secretario general
interino, ante notario público, en un estadio de futbol de Azcapotzalco, Ciudad
de México. No obstante, tuvo que defender dicha elección durante varios años,
pues las autoridades laborales de los gobiernos de Calderón y Peña se negaban a
reconocer su personalidad, a pesar que un tribunal colegiado de circuito en
materia laboral del Poder Judicial le daba la razón.
Después, en 2015, la Dirección
General del Registro de Asociaciones de la Secretaría del Trabajo planteó la
revocación —sin acta de asamblea ni exposición de motivos— de Sánchez García,
el 14 de julio, volviendo a poner de manera ilegal a Esparza en el cargo, a
partir del día siguiente, quien inmediatamente hizo una reforma de estatutos
para ampliar su periodo de dos a cinco años.
Según dio a conocer el 10 de
julio, es decir, cinco días antes de su nombramiento ilegal, Esparza firmó con
funcionarios del Gobierno Federal peñista un Memorándum de Entendimiento en el
que se regalaban los bienes de LyFC a una empresa privada que aún ni siquiera
existía, y de la que el secretario de facto terminaría siendo dueño del 49 por
ciento de las acciones.
Los firmantes del acuerdo con
Esparza fueron Luis Enrique Miranda Nava, subsecretario de Gobernación; Pedro
Francisco Guerra Morales, jefe de Unidad del Sistema Eléctrico Nacional y
Política Nuclear de la Sener; Rafael Adrián Avante Juárez, subsecretario del
Trabajo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS); y Jorge Márquez
Serralde, director corporativo de Empresas y Activos Financieros del Servicio
de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
“¿Por qué hicieron eso? Lo que
estaban haciendo es quedarse con toda Luz y Fuerza, tanto Peña Nieto como
Calderón; y Osorio Chong es el que movió la orquesta. Claro, necesitaban al
sindicato que fuera el aval de todo eso, entonces habilitaron a Martín Esparza
a partir del 15 de julio y nosotros le pedimos al Registro de Asociaciones (de
la STPS) el acta de la asamblea donde dicen que fui revocado, para ver quién me
demandó la revocación, por qué motivos, quién convocó a esa asamblea y quién
votó”, puntualiza Sánchez García, pero dicha información nunca llegó.
A decir del secretario interino,
Osorio Chong fue quien, siendo gobernador de Hidalgo, meses antes de la
extinción de LyFC en 2009, habría cooptado a Esparza al entregarle el permiso
de operar la fibra óptica en la entidad, el permiso para explotar un canal de
televisión, además de una notaría pública. Esto, mediante el prestanombres y
secretario particular del exdirigente, José Heriberto Marroquín Castillo.
La UIF Investiga a Osorio Chong por sus vínculos con la corrupción de Odebrecht https://t.co/cAdGX9cgNT este corrupto debe ser encarcelando así como Mancera q cínicamente están en el senado,siendo Personajes principales d la estructura narcocriminal del narcoregimen prianista
— rocio vazquez (@chioreya) February 27, 2020
“Está claro, Martín forzosamente
ya sabía que iban a desaparecer Luz y Fuerza, porque le anticiparon eso. Él
cometió traición al sindicato porque no defendió nunca nada”, agrega Sánchez
García.
Asimismo, explica que cuando
Osorio Chong se ostentó al frente de la Secretaría de Gobernación (Segob), en
la administración de Peña Nieto, desde ahí “controlaba todo, a donde metíamos
demanda, ahí frenaba todo; el secretario del Trabajo era su títere, Navarrete
Prida. Le presentamos todo y no le sirvió de nada (…) Todo el sexenio ese,
nosotros actuábamos nada más para tener antecedentes de que estábamos
demostrando legalmente a lo que teníamos derecho, aunque no nos lo respetaban”.
Lo anterior podría coincidir con
los presuntos vínculos del exsecretario de Gobernación también con el caso
Odebrecht, según se ha difundido sobre las primeras declaraciones de Emilio
Lozoya, tras su extradición al país, y el testimonio de Luis Alberto Meneses
Weyll, exdirector de dicha empresa en México.
“A partir de 2011 empezamos a
supervisar un gran proyecto anunciado por el Gobierno Federal (…) Se trataba de
una nueva refinería en el estado de Hidalgo. Comenté con Emilio Lozoya que
teníamos interés en ese proyecto (…) que generaría muchos contratos”, indicó
Meneses.
De esta manera, Osorio Chong
habría operado como una pieza clave en la búsqueda por privatizar el sector
energético del país, tanto en el ámbito eléctrico como en el petrolero, desde
que era gobernador de Hidalgo en el sexenio de Calderón.