El segundo lote del antiveneno para mordedura de la araña loxosceles, mejor conocida como araña violinista, ya se encuentra disponible para su venta y distribución bajo el nombre de Reclusmyn.
“El número de unidades es de 2 mil 800, lo cual es una producción con un gran excedente en relación al número de casos que se presentan anualmente en el país, que es de 200 casos en promedio”, señaló Rafael Quintanilla, director de farma y biológicos de los Laboratorios Silanes en conferencia de prensa.
El costo del faboterápico es de 16 mil pesos por unidad, de las cuales suelen requerirse dos cuando de produce una reacción cutánea y hasta cuatro cuando la reacción es de tipo sistémico cuya atención en caso de complicaciones puede ascender hasta un millón de pesos.
Este faboterápico de cuarta generación ya está disponible en el Hospital Juárez y se encuentra en pláticas para hacerlo llegar a otros hospitales con especialidad en toxicología, tanto públicos como privados, y a hospitales de segundo nivel, a donde llegan la mayoría de los pacientes.
El antiveneno fue elaborado mediante la neurotoxina esfingomielinasa D, la cual es la responsable de la reacciones que sufre el organismo.
Con el objetivo de reducir el número de muertes y complicaciones por mordedura de este arácnido, los especialistas señalaron que lo más importante es que la persona reciba el tratamiento entre las primeras 48 y 72 horas ya que, en la actualidad, las personas dejan pasar hasta 83 horas (cuatro días) para acudir con el médico, usualmente cuando ya existen complicaciones graves.
“Si tienen una herida no deben ponerle nada, deben acudir inmediatamente con el médico. Si manipulan la lesión pueden complicar el diagnóstico y entre más tiempo dejen pasar para recibir atención médica el riesgo de complicaciones es mayor”, agregó Enrique Sandoval, biológo y subdirector de biotecnologicos de Laboratorio Silanes.
Para elaborar el medicamento se utilizaron muestras de especies de diferentes países, tales como la Loxosceles reclusa, la L. boneti y la L. laeta, por lo que es un antídoto que puede ser distribuido a nivel de toda América.
Los especialistas también añadieron que, aunque es difícil de diagnosticar, y algunos médicos pueden equivocarse al momento de establecer el origen de la lesión, cada vez más doctores se capacitan para saber identificar la mordedura y canalizar a los pacientes con los hospitales especializados.
Para la detección y atención oportuna de casos existe una página en internet y una app llamada Redtox, en la que las personas pueden llevar un seguimiento en tiempo real de su caso, ahí pueden enviarse fotos del arácnido o de la herida y un especialista puede brindar asesoría sobre si es un posible caso de mordedura.
La red tiene más de 20 mil seguidores y se estima que un 30% de ellos son médicos.
“También cabe mencionar que nosotros tenemos capacitaciones constantes con médicos de primer contacto para que sepan identificar la mordedura y el año pasado se brindó esta capacitación a 22 mil 500 médicos; cada vez más personal del área de la salud está preparada para atender estas lesiones”, agregó Jesús del Carmen Madrigal, especialista en toxicología del Hospital Juárez de México.
En el mundo existen más 133 especies diferentes de loxosceles y tan sólo en México pueden encontrarse hasta 39 especies de ellas. Según la zona del país, la araña puede ser conocida por el nombre de araña violinista, araña del rincón, araña parda o araña rinconera, entre otros.
Son arácnidos de hábitos nocturnos que pueden encontrarse en áticos, sótanos, huecos de la pared, detrás de retratos colgados en la pared, closets, zapatos y ropa que no se usa.
Para identificarlas suele hacerse referencia a una marca en forma de violín que tienen en el abdomen; sin embargo, los especialistas señalaron que no todas las especies tienen esta marca por lo que lo más importante es asistir al especialista ante cualquier lesión provocada por un insecto.
Con información de El Botiquín.