Negociaban con mi mujer y hacían que yo llamara a mis contactos para pedir un préstamo urgente, por fortuna avisaron a la mayoría de mis amigos que no contestaran.
Por suerte y para mayor riesgo no eran profesionales. La mayoría de las voces (8) eran de personas jóvenes, fueron bajando drásticamente el monto, al final les dije que no podía conseguirlo pero podía depositarles al día siguiente, les decía que no les convenía muerto, qué era un hombre público y se convertirían en un blanco.
Decidieron liberarme tras los pagos de mi esposa, un amigo y un primo, me dieron instrucciones precisas que seguí al pie de la letra, donde me dejaron tenía que caminar a un taxi, no podía mandar mensajes (me dieron mi teléfono) hasta que llegara a México. Me explicaron dónde estaba el coche, cruzando la ultima caseta mandé un mensaje de voz y llamó mi esposa.
Nunca vi tan cálido mi hogar ni había sentido con tal intensidad lo bendecido que soy por tener una familia tan bella y amorosa, y tan grande y maravilloso grupo de amigos.
Mi angustia no se compara a la de mi familia y mis amigos, especialmente de mi amigo-hermano Pablo, quien se hizo cargo del asunto y contactó a Omar García Harfuch, quien envió a Mario Bazán y Jesús Olvera, expertos en Negociación de Secuestros. Ellos me explicaron que no debía pagar me dijeron que así operan esos delincuentes: entre más se les dé, más piden... Llamaron al día siguiente y colgué. No volví a contestar y ya no llamaron.
En mi casa había cartulinas con lo que debía decir mi esposa en las negociaciones. Los expertos definieron con exactitud el perfil de la banducha. Si usted o un ser querido tienen la desgracia de vivir algo así denúncielo, asesórese y no pague de inmediato ni lo que piden. No caiga en sus trampas psicológicas.
Tan fácil que es criticar a la autoridad sin tomar en cuenta a funcionarios ejemplares, como estos, que se entregan sobradamente a su noble tarea: se instalan en casa de la víctima (durmieron en mi casa), capacitan, dirigen, deciden, interpretan, analizan y salvan vidas y familias enteras.
Claudia Sheinbaum hizo una extraordinaria designación con Omar García Harfuch y él con Mario Benítez y Jesús Olvera, ambos con dos carreras y una larga trayectoria de ayuda y salvación. La inteligencia de este país funciona y salvó mi vida.
El presidente López Obrador está decidido a combatir el crimen; quizá la puesta en marcha de la Guardia Nacional ha generado el natural reacomodo de cambio de gobierno, lo que aprovechan los delincuentes sin alma, que por un puñado de pesos se arriesgan a ir de 40 a 70 años de prisión. Falta educación y conciencia, pero estamos trabajando en ello.
"Que Dios ayude y bendiga a México y a todos nosotros".
No es muy usual en este país que alguien que ha sido secuestrado sea rescatado y sobre todo, que esa persona felicite y agradezca a las autoridades su efectiva actuación.
Parece de otro país, pero no lo es. Sucedió en la capital del país y los personajes que se llevaron el respeto y el agradecimiento de la víctima son Claudia Sheinbaum y su secretario de seguridad, Omar García Harfuch.
Con información de El financiero.