Lo que hoy se anuncia por diferentes medios de comunicación como un logro de la administración de Enrique Alfaro es en realidad la carta de defunción de las poblaciones de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.
El convenio, que hoy se anuncia con bombo y platillo, para asegurar un porcentaje de aprovechamiento de agua del Río Verde en una cuota de 76% para Jalisco y 24% para Guanajuato, se comenzó a promover desde la pasada administración, justo en el contexto en el que el exgobernador, Aristóteles Sandoval, le decía sí a la cortina de la presa en Zapotillo a una altura de 105 metros: “para retomar el proyecto, el Gobierno buscará un nuevo convenio con el Gobierno de Guanajuato y la Conagua que asegure un porcentaje de 76% para Jalisco y 24% para Guanajuato, pero que la cuota para esa Entidad esté determinada por la disponibilidad de agua, no por una cuota fija”. (El Informador, 30 de junio de 2017)
Determinar esos porcentajes de aprovechamiento con Guanajuato, no era una encomienda complicada para Enrique Alfaro, CONAGUA ya había accedido en un primer momento a estos criterios de distribución, lo que será muy complicado para el gobernador, de aquí en adelante, será dar la cara y explicarle a la gente de Los Altos porque no va a cumplir, una vez más, sus promesas de campaña.
Hoy, Alfaro se desentiende de un tema que utilizó como bandera en su campaña para gobernador en el 2018. Hoy Alfaro afirma que la presa El Zapotillo es un proyecto del Gobierno Federal y que es el Gobierno Federal quien debe resolverlo; pero Alfaro sabe que sin la presa El Zapotillo a 105 metros el convenio que acaba de firmar y celebrar no tendría ningún sentido y efecto.
En 2013 y 2017 Alfaro hacía campaña defendiendo Temaca, hoy como gobernador, no quiere mencionar a la presa El Zapotillo y la inminente desaparición de esta población.