Redacción
Una vez en la Procuraduría
General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam se dio vida de ‘jeque’, al
usar millonarios presupuestos para viajes, areonaves, vehículos para su
familia, regalos y comidas, todo con cargo al erario; sin embargo, los
resultados bajo su mando, lamentables.
En este último rubro destaca que
uno de sus primeros contratos fue el que se inició el 14 de febrero de 2013 y
concluyó el 31 de diciembre de 2013 y mediante el cual, adquirió embutidos,
carnes frías y quesos; además de granos con la Procesadora y Distribuidora Los
Chaneques SA de CV. Luego, con Luis Medica Achucaro, signó otra contratación
para que del 14 de febrero al 31 de diciembre de 2013 siempre hubiera pescados
y mariscos disponibles para pedir.
Por el primer contrato, la PGR
pagó 680 mil 537 pesos (894 mil 794 pesos de ahora) y por el segundo, 629 mil
260 pesos (827 mil 374 pesos de ahora).
El 14 de febrero de 2014, el
Procurador mandó pedir por un millón 140 mil 267 pesos a Juana Edith González
Huerta, carnes de diferentes tipos: se le entregó res, ternera, borrego, cerdo,
cordero, pollo y conejo. El registro de este contrato aparece en el Portal de
Obligaciones y Transparencia, pero no se encuentra en Compranet; de manera que
no es posible conocer con plenitud al proveedor. Este es uno de los datos
oscuros que dejó tras de sí el ex Procurador.
AYOTZINAPA NO DETUVO LOS GASTOS
La noche del 26 de septiembre de
2014, en un tramo carretero de Iguala, Guerrero, 80 normalistas rurales de la
escuela “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa viajaban en dos autobuses rumbo a la
Ciudad de México para participar en la conmemoración del 2 de octubre de 1968,
la fecha teñida con sangre en la historia de México en la que una manifestación
pacífica de estudiantes fue masacrada.
Los normalistas llegaron a las
afueras del municipio, donde tomaron otros cinco autobuses. El grupo se
repartió y continuó con el plan de llegar a la capital del país. Pero dos de
los autobuses fueron interceptados y desaparecidos. Iban en ellos 45 de los
normalistas. En el sitio, se encontró el cuerpo inerte de José Luis Mondragón,
el único que les fue entregado a sus familiares. Ahí también estaba Aldo
Gutiérrez Solano quien hasta hoy, se encuentra en estado vegetativo. Pero no
estaba nadie más, ni los camiones.
Conocida la tragedia en los días siguientes,
la zozobra se apoderó de México. Y es la hora en que se desconoce qué y por qué
ocurrió.
Cuatro meses después, Jesús
Murillo Karam presentó una verdad ante medios nacionales e internacionales en
una conferencia de prensa. “Fueron privados de la libertad, privados de la
vida, incinerados y arrojados al río San Juan (en Cocula). En ese orden. Esta
es la verdad histórica de los hechos”, dijo en enero de 2015. Según el entonces
Procurador, los crímenes fueron cometidos por el grupo delincuencial denominado
“Guerreros Unidos”. Su aparición, Murillo Karam la concluyó con la expresión
“ya me cansé”, con la que pidió ya no ser cuestionado. Así, se fue.
En la PGR, la vida siguió
inalterable, festiva, tranquila y sin que faltara nada. Para el ejercicio de ese
año, Murillo Karam ordenó frutas y verduras con el proveedor Alejandro Reyes
Hernández, mediante un contrato con efecto de abril a diciembre, por 977 mil
290 pesos (un millón 187 mil 400 pesos de ahora) y carnes con Telésforo
Velázquez Corona mediante una compra por 846 mil 870 pesos (un millón 28 mil
941 pesos) para el mismo periodo.
Los padres de los 43 rechazaron
su verdad y empezaron colectas, tocaron la puerta de ONG, sindicatos; hicieron
un ayuno en el Zócalo. Como pudieron, con los recursos reunidos, recorrieron
parte del país en búsqueda de los hijos. Los querían -aún los quieren- con
vida. El esfuerzo no se ha detenido.
LA BÓVEDA DE REGALOS EN PGR
En los días posteriores a la
conferencia en la que presentó la “verdad histórica”, la PGR se hizo de cuatro
mil 570 piezas de espejos rectangulares de hojalata repujada con base de madera
plegable para regalarles a las madres trabajadoras. Costaron 978 mil 304 pesos
(un millón 188 mil 632 pesos de ahora).
En la reserva del organismo había
dos mil marcos para fotografía de madera y envolturas para regalos para cuando
se ofreciera. Ese paquete, por 502 mil pesos (660 mil 47 pesos de ahora) fue
pedido al Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías.
En total, el organismo con el
encargo de buscar la justicia, gastó 3 millones 539 mil 850 (cuatro millones
654 mil 321 pesos) en “regalitos” mientras Murillo Karam estuvo a cargo.
También, la PGR gastó en
diciembre de 2014, en la renta del parque de diversiones “Selva Mágica” para
celebrar el día de Reyes 2015 en lo que se fueron dos millones 242 mil 800
pesos con la empresa Mágico Comercial. En la gestión completa de Murillo Karam,
la PGR erogó en el arrendamiento de estos centros lúdicos ocho millones 808 mil
800 pesos (unos 11 millones 582 mil 125 pesos de ahora).
Con información de Sin Embargo