El pasado lunes 4 de abril de 2016, la actriz Jodie Sweetin habló de sus adicciones al alcohol y las drogas en su adolescencia y juventud, tras cerrarse la última temporada de la serie ‘Un Hogar Casi Perfecto’, según informa la revista Us Weekly.
Millones de personas saben de quién se trata, pero son pocos los que son ajenos a las luchas internas que estuvo enfrentando desde los años 90. La tan popular actriz nacida en Los Angeles, California, tuvo que pasar por numerosas pruebas en su vida; sin embargo, pudo lidiar con ellas y salir adelante por el bien de sus hijas y de ella misma.
Mientras en televisión se presentaba como la segunda hija de Danny Tanner, quien era muy ocurrente en sus respuestas y muy adorable en su hermosa familia, los padres reales de la actriz eran adictos a las drogas, donde años más tarde se supo que su progenitor perdía la vida encarcelado.
Cuando era solo una bebé de nueve meses, su tío Sam Sweetin tomó la potestad de padre biológico para criarla y enseñarle valores; sin embargo, solo pudieron adoptarla legalmente hasta los dos años.
Pese al duro momento que atravesó desde muy pequeña, Jodie Sweetin demostró un carisma único y talento de sobra para desenvolverse en televisión. Desde sus 4 años, empezó a asistir a casting para comerciales y pruebas de series sin saber que en 1987 iba a conseguir un papel protagónico en Full House que marcaría su vida para siempre.
En una vida paralela, mientras que en la casa de los Tanner solía descubrir algunos problemas de su pre adolescencia, en la vida real sus compañeros de colegio se burlaban de ellas por su fama. En entrevista a la revista Complex indicó: “Crecí como hija única, así que Candance Cameron (DJ) y Andrea Barber (Kimmy) fueron lo más cercano que tuve a hermanas reales”.
De la rutina diaria de ir a las grabaciones, aprender guiones y convivir con una familia deseada en televisión, la vida de Jodie Sweetin dejó de tener sentido al terminar el programa en 1995. Con solo 13 años, una edad donde todo experimentamos cambios en nuestra vida, la decadencia del programa le golpeó muy fuerte. “Yo solo quería seguir haciéndola”, añadió a la revista.
No solo para los actores sino para los mismos seguidores de la serie, Full House llenaba el corazón de muchas familias. En su etapa de cierre un espacio muy grande quedó vacío por muchos años y se tenía que llenar de alguna forma. Stephanie Tanner confesó que llegó a una etapa oscura, donde las drogas y el alcohol se convirtieron en su mayor refugio.
Una de sus malas anécdotas ocurrió en el matrimonio de su compañero Candance Cameron, su hermana DJ Tanner en la serie. Se embriagó de tal forma que tuvo que ser auxiliada y llevada a casa para evitar algún acontecimiento lamentable.
Entre esa etapa, Jodie Sweetin se enteró que su madre también había tenido problemas con las drogas y que en muchas ocasiones la dejaba para irse a fiestas. “Escuchaba historias acerca de mi mamá dejándome para irse de fiesta. Por muchos años pensé ‘Que se jo**’. ‘¿Cómo alguien puede hacer eso a su hijo?’. Cuando empecé a ver que mi propia adicción estaba interponiéndose en mi camino para ser una buena madre, finalmente entendí: si no estás en el lugar adecuado para estar sobria, no estás lista para ser una madre”, añade en su biografía.
A sus 20 años parecía haber encontrado un refugio con nombre y apellido: Shaun Holguin, un oficial de la policía que intentó ayudarla en sus adicciones. Llegó a casarse y en su ceremonia asistieron sus excompañeros de la serie popular, siendo Candace Cameron su dama de honor.
Las cosas parecían dar un giro positivo en su vida; sin embargo, la relación con las drogas fue más fuerte y la metanfetamina el punto cúspide de su adicción. Otro hecho anecdótico que recuerda es haber llegado en mal estado a la premiere de New York Minute, protagonizada por las gemelas Mary-Kate y Ashley Olsen, quienes interpretaron a Michelle, su hermana menor en Full House.
Todo se saló de control cuando sufrió una sobredosis, donde ingresó a rehabilitación. Por desgracia, ante estos problemas, su primer matrimonio fue fallido y la historia de este amor se cerró en 2006.
“Fui una persona egoísta, insegura, enojada y temerosa que vivía una doble vida. Cubría mis problemas pretendiendo estar feliz y diciendo que todo estaba bien”, confesó.
De manera paradójica, estas declaraciones públicas le abrieron las puertas para hablar y aconsejar los peligros del alcohol y las drogas a los universitarios; sin embargo, el dinero ganado fue para continuar con el vicio.
Para Jodie Sweetin no fue nada fácil desligarse de los vicios hasta que una escena hizo cambiar su perspectiva para ella y sus hijas.
Fue en el 2010 que se separó de su segundo matrimonio, quien pidió la custodia de su hija luego que la actriz fuera investigada por problemas de alcohol. “Desde ese día en adelante, me obligaba ir a reuniones de Alcohólicos Anónimos y evitaba a ciertas personas”, describió en su autobiografía.
Dos años más tarde volvió a casarse. Sí, por tercera vez, y fue con Morty Coyle, con quien tuvo su segunda hija llamada Beatrix; sin embargo la relación no duro mucho tiempo, pues un año después se separaron.
Más que las adicciones, para Sweetin fue más doloroso perder la custodia de su primera hija. Con esta complicada situación la actriz se ha mantenido sobria y regresó a brillar, nuevamente, con el papel que la dirigió a la fama: Stephanie Tanner en el spin off de Fuller House.
Esta vez la personaje de la familia se convierte en un DJ que viaja por el mundo, pero que finalmente decide quedarse en casa para ayudar a su hermana y a sus tres niños, esto luego que su esposo falleciera en un incendio.
“No siempre he tenido la mejor suerte en las relaciones, y he aprendido muchas lecciones. Quiero estar casada. No creo que haya nada malo en admitir que no funcionó antes y volver a intentarlo”, aseguró.
A sus 33 años contaba con tres divorcios y lo peor estaba por llegar: Hodak amenazó con suicidarse delante de ella y más adelante había sido arrestado por posesión ilegal de armas.
“La vida no es como un episodio de Full House”, indica Jodie Sweetin, quien marcó un antes y un después en las grabaciones de una familia popular en la televisión.
Actualmente la actriz norteamericana lleva cinco años sobria, de vez en cuando comparte publicaciones en Instagram y donde recibe mucho afecto de sus seguidores; además agrega “que su pasado le hace sentir “mucha gratitud”, y ahora esta compartiendo su historia con sus colegas.
Con información de Mag.