El neoliberalismo gobernó a nuestro país desde el arribo de Miguel de la Madrid a la presidencia del país. A partir de ese momento, la privatización de lo público comenzó de manera rampante y trepidante. Poco a poco fueron desmantelando el aparato estatal y, con ello, diluyendo la responsabilidad del Estado con el desarrollo social y el bienestar de la nación.
Después de De la Madrid llegó Salinas (el padre de todos), luego Zedillo, el “cambio” con Fox, Calderón, el regreso con EPN y, finalmente, el verdadero cambio con AMLO.
La SHCP es la piedra de toque para definir el horizonte del perfil de la política pública que toma este país. La forma en que se gasta el dinero es, a final de cuentas, el principal indicador de la ideología de un gobierno: es neoliberal o no lo es.
Con AMLO, llego Urzúa a la SHCP. Su preparación, aunque menos ortodoxa que otros que lo antecedieron como Carstens o Meade, es tecnócrata y afín al neoliberalismo.
Una de las principales diferencias entre el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y el Presidente Andrés Manuel López Obrador, tuvo que ver con la carga ideológica neoliberal del ahora ex funcionario.
El propio mandatario lo confirmó en su conferencia matutina de este día, en la cual expuso que una de esas fuertes diferencias se dio cuando Urzúa le presentó una versión del Plan Nacional de Desarrollo con tal contenido neoliberal que parecía haber sido realizado por Agustín Carstens o José Antonio Meade, dos de los secretarios de Hacienda en los gobiernos del PRIAN.
“Imagínense lo que es eso, que me presentan un Plan de Desarrollo, lo veo y desde mi punto de vista no reflejaba el cambio, ¡era como si lo hubiese hecho Carstens o Meade! Con todo respeto”, dijo AMLO.
Momentos después, AMLO trató de matizar su postura y calificó a los exfuncionarios con el PAN y el PRI como buenas personas.
“Se me fue, es tan buena persona, de verdad, lo digo seriamente, Meade es una muy buena persona y también Carstens”, dijo el Presidente.
Posteriormente, López Obrador enfatizó en que la principal diferencia con Urzúa fue la posibilidad de haber continuado con políticas neoliberales dentro de su gobierno, yendo en contra de lo que la misma gente votó en la elección presidencial al elegirlo a él: un cambio.
“Tenemos concepciones distintas y siempre cuestionamos la política neoliberal, no engañamos a nadie. No puedo aceptar más de lo mismo y en lo que no creo, es un asunto de juicio práctico ¡Cómo puedo aceptar la política neoliberal después del fracaso!” indicó el mandatario.