Guillermo Chaires.
Nacos, indios, chairos, prietos, pobres, ancianos, maricones, seniles, logos, corrientes. Estos son los insultos que una parte de la oposición al gobierno de Lopez Obrador predica como religión, esparce para generar división, odio y rencor entre la sociedad mexicana.
Esa es la base del discurso de Felipe Calderón y de quienes lo siguen. Los que ven en él la esperanza de volver al gobierno, más bien, de volver a servirse del gobierno.
Es necesario que reflexionemos ante los hechos acontecidos en Estados Unidos, acciones de odio de rencor y de locura que terminan siempre en una tragedia de muerte abominable.
Con Felipe Calderón ya vivimos esa historia, no desde el discurso, pero si desde la estupidez en el uso de la violencia que nos ha costado cientos de miles de vidas.
Pongamos atención a la apuesta calderonista, asomémonos a las redes sociales y analicemos el discurso que propagan, las noticias falsas que viralizan y los calificativos que utilizan para referirse a quienes simpatizan con López Obrador.
Necesitamos neutralizar su discurso con argumentos, nunca con violencia porque, como dice AMLO, no somos iguales. No somos iguales no porque nosotros seamos chairos, prietos, pobres, débiles o indios, no somos iguales porque simple y sencillamente no somos corruptos, porque somos honestos y anhelamos un México mejor para todas y todos.
Nacos,indios,chairos,morenos, ancianos,maricones,locos,seniles.
— epigmenio ibarra (@epigmenioibarra) August 4, 2019
Así con insultos y epitetos racistas y de una innegable matriz discriminatoria nos tildan @FelipeCalderon y sus perros de presa.
La base de su “discurso”,como la del #WhiteSupremacistTerrorism,son el odio y el miedo