Por @CalacuayoMX
Los medios de comunicación acostumbrados al sesgo perdieron la oportunidad, de “informar” con fragmentos de un discurso, lo que les autorizaban transmitir o transcribir o lo que los ayudaba a quedar bien con el gobierno, quien les pagaba por ese servicio.
Hoy, solo basta abrir las redes sociales y ver el discurso completo del presidente y su gabinete. Es por eso el odio de los comentaristas, columnistas y políticos de la casi extinta oposición.
Políticos de centro y derecha, expresidentes, Televisoras, columnistas, politólogos, “analistas” y algunos pocos ingenuos que no saben que lo que están defendiendo no es un bien para ellos, sino para la podredumbre que se resiste a morir.
México requiere unidad, si caemos en el juego de los que no quieren cambios profundos, no ayudaremos mucho, Está en juego el futuro del país.
Juzgan todas las políticas del gobierno, como si ellos no hubieran sido cómplices y participes de las transas y crímenes de estado. Cómplices de Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto.
Nada más de los últimos dos recordemos la famosa estela de luz, el caso Odebrecht, la casa blanca o las licitaciones de pozos petroleros en el golfo de México.
Critican que el presidente tome decisiones para ellos, “raras”, porque están acostumbrados al despilfarro, a la transa.
Nadie conoce mejor el país que el presidente que ha viajado en pangas y lanchas para adentrarse a comunidades lejanas que no tienen conexión vial y solo se puede por medio de ríos y lagos.
Esas comunidades solo conocen a López Obrador porque a los otros políticos, no les importa visitar una comunidad de 200 o 500 habitantes. Ellos prefieren eventos en las ciudades donde hay cobertura de los medios de comunicación.
Podemos criticar a AMLO de ser terco, cerrado, intolerante en algunas ocasiones y que llega a ser soberbio en algunos momentos.
Pero por más que le busquen y por más que traten de golpearlo mediáticamente, no lograrán que la gente deje de quererlo
La oposición debería replantear su postura para que logren encender las pasiones que enciende el presidente. Si no cambian, si siguen atacándolo, están caminando poco a poco a su extinción.
La oposición esta convulsionando, está herida de muerte y lo sabe.
Lo preocupante es hasta dónde es capaz de llegar. Todos sabemos que son capaces de las peores bajezas. No quisiera imaginarlo pero debemos exigir a las autoridades competentes que protejan al ptrsidente.
Políticos, columnistas, comentaristas y “empresarios”, quieren endilgar todos los problemas nacionales del pasado, actuales y del futuro a AMLO.
Todos sabemos que fueron ellos, sus partidos y su gente que no tuvo empacho por empeñar el país y el futuro de los mexicanos.
Los mexicanos ya no tenemos nada que perder pues todo lo debemos o nada tenemos que solo deseamos un cambio de régimen que permita que nuestros hijos y nietos, tengan un mejor futuro.
La única posibilidad que tienen los políticos para lograr ser oposición es dejar el ataque e iniciar la conquista; cortejar a la ciudadanía. Si continúan con el ataque, los ciudadanos no los respaldarán porque están enamorados.
Entramos a un cambio. ¿Será para bien o para mal? Eso depende en mucho de lo que nosotros estemos dispuestos a luchar y a aportar.
Dependerá de nosotros si queremos que los perversos nos sigan endeudando, robando y aplastando, o nos armamos de valor para derrocarlos de una vez por todas, no permitiendo su regreso.
Un abrazo a todos y no olviden que Unidos Venceremos y divididos caeremos.