El escándalo de corrupción de la constructora brasileña Obredecht en México ha estado contenido en tres contratos firmados con Petróleos Mexicanos (Pemex) y el supuesto pago de 10.5 millones de dólares en sobornos.
La investigación de las autoridades brasileñas, sin embargo, alcanza a salpicar al expresidente Felipe Calderón.
La justicia brasileña investiga si dos directivos de una filial de Odebrecht conspiraron para que el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva intercediera ante Calderón para beneficiar la inversión brasileña en México, de acuerdo con una investigación de Mexicanos unidos contra la corrupción, una organización que investiga acusaciones contra políticos y empresarios.
De manera textual, esta fue la mención a Felipe Calderón en el correo electrónico entre Prisco y Alencar:
“Querido tricolor.
Necesito tu ayuda con respecto a este tema:
Hacer un esfuerzo para que LILS acepte una invitación especial de Calderón de ir a México a principios de febrero.
Cuando puedas, me llamas, para hablar al respecto.
Abrazo R.”
La empresa extranjera necesitaba 66 mil barriles diarios de gas etano a un costo bajo para suministrar a una planta de polietileno que se construiría en Coatzacoalcos, Veracruz y así obtener ventas por 2 mil millones de dólares anuales.
Por ese motivo, 75 días después del correo entre los altos ejecutivos, Calderón y Lula Da Silva se reunieron en la Cumbre de la Unidad Latina del Caribe celebrada en Quintana Roo y poco después anunciaron la inversión de 2 mil 500 millones de dólares por parte del grupo mexicano IDESA y la brasileña Branskem en el complejo Etileno XXI.
Los sobornos que otorgó Odebrecht en México fueron por 10.5 millones de dólares, entregados en dos momentos: 4.5 millones de dólares durante el gobierno de Felipe Calderón y 6 millones de dólares en el sexenio de Enrique Peña Nieto, según los testimonios de algunos ejecutivos de Odebrecht obtenidos por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Ante los señalamientos, Felipe Calderón envió una carta a Mexicanos contra la corrupción e impunidad en la que se absolvió así mismo de haber cometido algún delito.
“En ningún caso (las reuniones con el ex presidente Lula Da Silva) implicaron acuerdos al margen de la ley o que les confiriesen ventajas indebidas” (…) La sola insinuación de soborno hubiera sido absolutamente inaceptable”.
Con información de Polemón, Mexicanos contra la corrupción, El Pais.
Foto: Especial.