El primero de mayo de 2015, cambiaría por completo la vida del suboficial de la Policía Federal Iván Morales Corrales, quien recibió la noticia de que sería papá, mientras se preparaba para un operativo con el cual buscaban detener ‘El Mencho’.
Al suboficial Iván Morales Corrales le daban pocas esperanzas de vida. Llegó al hospital con quemaduras internas y externas en el 70 por ciento de su cuerpo, pero se aferró a la idea de conocer a su primogénito.
El 1 de mayo de 2015, este agente de la División de Inteligencia de la Policía Federal, recibió de su novia la noticia de que iba a ser papá.
No celebró porque estaba asignado a un operativo en Jalisco para detener a Nemesio Oseguera, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Las cosas no salieron bien: el helicóptero en el que viajaba fue derribado por miembros de ese grupo delictivo. Él fue el único que sobrevivió, otros ocho militares y una de sus compañeras murieron.
Iván Morales Corrales, agente de la División de Inteligencia de la Policía Federal con cinco años de experiencia, fue trasladado al Hospital Central Militar, en la Ciudad de México, con un diagnóstico inicial fue poco alentador, pues tenía quemaduras internas y externas en el 70 por ciento de su cuerpo.
Después de someterse a decenas de intervenciones quirúrgicas y, contra los pronósticos, se estabilizó paulatinamente, para abandonar el hospital cinco meses después.
Lo primero que dijo cuando pudo hablar fue: “Voy a ser papá. “No quiero irme derrotado”.
Con información de Radio Fórmula