Los últimos días han sido muy complicados para el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, a causa del transporte público. 

En primer lugar, y en su intención de dar un albazo en pleno periodo vacacional, autorizó un aumento del 30% a la tarifa del transporte público, aún y cuando él y todos los actores políticos de su circulo más cercano se opusieron, cuando actuaban como oposición a nivel estatal.  Unas horas después comenzaron a suscitarse protestas que culminaron con la represión y detención de 5 jóvenes, uno de ellos brutalmente golpeado por la Policía Estatal. 

A raíz de estos hechos y de la viralización, a nivel nacional, de varios videos donde se expone la violencia con la que actuaron los policías estatales, miles de usuarios de redes sociales en todo el país colocaron rápidamente dos HT como tendencias: #AlfaroRepresor y #AlfaroRenuncia. 

Más allá del ánimo adverso que tiene el gobernador con los ciudadanos de Jalisco, lo que quedó en evidencia es la simulación y incongruencia de su partido. Movimiento Ciudadano perdió la oportunidad de constituirse en una verdadera oposición debido, principalmente, a la soberbia de su líder moral, Enrique Alfaro, a los pésimos resultados de sus gobiernos y a la falta de claridad para defender causas y necesidades de la gente. 

La muestra más clara de ello es Samuel García, actual senador de ese partido por Nuevo León y aspirante a la gubernatura de aquel estado. García se ha distinguido por su crítica permanente a López Obrador, argumentando congruencia y la defensa de los derechos de las personas, como es usual entre legisladores del partido de Dante Delgado y Alfaro, caciques en este instituto político. 

García, que parece más un influencer de redes sociales que un legislador serio, ha tomado como bandera de campaña para la gubernatura el tema de la tarifa del transporte público.  Exigió al gobierno de Jaime Rodríguez “El Bronco”, echar abajo la decisión de aumentar el costo del pasaje en el transporte público ya que es un “golpe traidor” a los bolsillos de los ciudadanos. Incluso, Samuel García amagó con impulsar toda clase de recursos legales para eliminar la medida. 

Lo increíble del tema es que ni Samuel García, ni Clemente Castañeda, ni Verónica Delgadillo, estos últimos senadores de MC por Jalisco, se opusieron al aumento de la tarifa al transporte que Alfaro promovió en la zona metropolitana de Guadalajara, ni condenaron la represión contra jóvenes que se manifestaban contra el “Tarifazo” en una estación del metro de aquella ciudad. 

Así las cosas en un partido político que juega al oportunismo sin una visión clara y sin pensar más allá de sus propios intereses personales. 

Con información de Noticias ZMG. 

Foto: Especial